La Ley 13/2015 de Reforma de la Ley Hipotecaria, introduce una serie de medidas para coordinar los datos del Catastro y del Registro de la Propiedad.
Se pretende así mejorar la representación gráfica de los inmuebles y conseguir que entre los datos del Catastro y del Registro no haya discrepancias. El objetivo último es incrementar la seguridad jurídica en el tráfico de inmuebles.
Estas medidas suponen que cada vez que se lleve a cabo una transmisión de la propiedad, en todo o en parte de un inmueble, u otras alteraciones (como segregaciones, agrupaciones, divisiones, etc.), las oficinas notariales comuniquen dichos cambios al Catastro y al Registro mediante un sistema técnico específico y regulado: la descripción gráfica georreferenciada de las fincas registrales, utilizando como base la cartografía catastral.
Para los propietarios de inmuebles que realizan estas operaciones, la consecuencia es que deberán aportar la Georreferenciación de la parcela.